Noviembre de 2012
Este ensayo
pretende reflexionar críticamente sobre algunos conceptos centrales para la
discusión actual en torno a las potencias de la teoría en el pensamiento
económico latinoamericano. El objetivo en términos generales, es señalar que
omitir la reflexión sobre nuestras estructuras de pensamiento, nos puede llevar
a posiciones acríticas o ahistóricas, quitándole potencial a nuestra acción.
Muchas veces no sólo no se aborda el carácter científico de las teorías, o una
exposición consecuente sobre la delimitación del objeto de estudio, sino que
generalmente se estructuran en base a categorías o conceptos que se suponen conocidos,
“dados” de antemano, sin que medie ningún tipo de exposición de ellos. Más aún,
allí donde se incluye una exposición metodológica, ella aparece como algo
externo o antepuesto a la propia investigación, como la elección de una opción
entre otras, pero que no hace al desarrollo conceptual en sí. Para mostrar la
relevancia de esto realizamos un recorrido sobre algunas discusiones centrales
en torno al desarrollo y las vías propuestas para llegar a él, que se han dado
en los últimos sesenta años, tomando como referencia el neoliberalismo, la
CEPAL y las teorías de la dependencia. En este camino intentaremos
poner de relieve los principales puntos de continuidad y ruptura entre estas
expresiones teóricas que, movilizados por una realidad llena de exigencias, o
bien dan lugar a preguntarse por sus conceptos más fundamentales, o bien niegan
su relevancia. Nuestro objetivo es poner en discusión tópicos que hoy parecen
comúnmente aceptados por todos, para pensar nuestro presente, más allá de los
fenómenos más visibles. En contraste, el reconocimiento del conocimiento
científico en primer lugar como resultado de un proceso histórico y de nuestro
propio accionar, pero más aún, con el potencial de ser un producto para la
transformación, supone además repensar las condiciones específicas en donde
este conocimiento es producido. Para nuestra propia realidad, eso supondrá
reconstruir la relación, la unidad y diferencia, tanto de Latinoamérica como
objeto de estudio particular, y del propio pensamiento latinoamericano, como un
producto histórico específico del desarrollo del sistema capitalista.
Esto nos
conduce a nuestra pauta principal: la necesidad del conocimiento como forma de
potenciar la acción del hombre, tanto para apropiarse de su medio natural y
social, como para transformarlo.